El Consejo de Dirección de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), en su reunión del 19 de junio, ha tomado la decisión de despersonarse como parte perjudicada en los procedimientos judiciales de SAGA y ARTERIA. No obstante, la SGAE se reserva las acciones civiles y patrimoniales que se deriven de los mismos en el caso de que hubiera una sentencia condenatoria que determine un perjuicio para la entidad.
Esta decisión responde a dos hechos. En lo referente al caso SAGA, los análisis internos efectuados por SGAE aseguran que, con el software cuestionado en el procedimiento (el llamado TESEO), se desarrolló en su día una parte sustancial de la arquitectura informática de la entidad que en gran medida sigue siendo fundamental para sus actuales sistemas y operaciones. Y en relación con la pieza separada de ARTERIA, el Consejo apoya su decisión en el informe policial de la instrucción, que ha estimado la ausencia de indicios de delito en la compraventa de los teatros Lope de Vega y Coliseum de la Gran Vía madrileña, que constituye el único aspecto que se juzga de todo el proyecto Arteria.
Por todo ello y después del tiempo transcurrido de la instrucción, que cumple ya nueve años, la SGAE ha decidido dar este paso, reservándose por el bien de la entidad las acciones civiles y patrimoniales que se pudieran derivar en el caso de se produjese alguna sentencia condenatoria.
El Consejo de Dirección de la SGAE entiende que los intereses de la institución quedan perfectamente protegidos, a la vez que espera que la justicia concluya los procedimientos, en aras de que cuanto antes se produzca una sentencia.