SGAE recupera la obra de María Rodrigo

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SGAE recupera la obra de María Rodrigo

14 de septiembre de 2023

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María Rodrigo Bellido fue la primera mujer que en España pudo vivir de su trabajo como compositora. También la primera en estrenar una ópera, Becqueriana, en el Teatro de la Zarzuela, en 1915. Sus inquietudes la sitúan como una de las protagonistas esenciales en el incipiente movimiento feminista y en instituciones pioneras como el Lyceum Club o la Asociación Femenina de Educación Cívica. Su compromiso con la democracia y la República, tras la Guerra Civil, le llevó a exiliarse, junto a su hermana Mercedes, pionera de la psicología en España, en Colombia. No pudo regresar. Falleció en 1967 en Puerto Rico. La mayor parte de las partituras de sus obras se conservan en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Conjuntamente con el Festival de Música Española de León, que se celebra del 9 de septiembre al 1 de octubre, recuperan algunas de ellas para dar a conocer su música.

La orquesta Oviedo Filarmonía, bajo la dirección de Lucas Macías, interpretará el próximo 17 de septiembre su zarzuela Diana cazadora o pena de muerte al amor, con letra de los hermanos Álvarez Quintero. Y el 24 de septiembre, la Orquesta de la Universidad de Oviedo y la Orquesta Juventudes Musicales de la Universidad de León tocarán La copla intrusa. Dos conciertos que contribuyen a reivindicar y difundir el legado de María Rodrigo, cuya vida y obra se borraron por completo de la vida musical española cuando salió del país camino del exilio.

Frente al olvido, en los últimos años se ha ido recuperando su trabajo para restituirle el valor y la importancia que, sin duda, merece. En 2009, por ejemplo, la musicóloga Esther Gallego dedicó a la compositora su investigación para el Diploma de Estudios Avanzados en la Universidad Complutense de Madrid, titulada María Rodrigo Bellido: vida y creación musical. En 2016, el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, con el respaldo de SGAE y su fundación, recuperó en concierto varias partituras de María Rodrigo, a cargo de la Orquesta del RCSMM, dirigida por José Luis Temes, quien, además, grabó esas mismas obras (Becqueriana, Rimas infantiles y La copla intrusa) en un CD. Este año 2023, con motivo de las actividades del Día de la Mujer, el Centro de Documentación y Archivo de SGAE (Cedoa) celebró un concierto de zarzuelas firmadas por mujeres, entre las que incluyó a la autora madrileña, compartiendo protagonismo con otras como Carmen Climent, Elena Faus o Adela Anaya.

“Afortunadamente, en los últimos años, muchos aficionados parecen interesarse por la figura de Rodrigo Bellido y cada vez se programan más sus obras”, explica Mª Luz González Peña, directora del Cedoa, que custodia la mayor parte de partituras manuscritas de la autora madrileña catalogadas hasta la fecha. “En su trayecto hacia el exilio se extraviaron todas sus partituras. No obstante, estoy convencida de que en algún momento aparecerán por algún sitio obras suyas; por ejemplo, en Puerto Rico y Colombia. Aunque, para eso, igual haría falta una biografía en condiciones y viajar hasta esos países para rebuscar en los archivos”, añade.

SGAE ha copiado para su interpretación en formato de orquesta la zarzuela Diana cazadora o pena de muerte al amor, así como Canción de la muerte chiquita y Canción del sinito mío, para voz y piano. También dispone de la transcripción de La copla intrusa, realizada por José Luis Temes. De este modo, se facilita la programación e interpretación de estas composiciones y se promueve un legado musical todavía muy desconocido. “Pero, queda aún mucha faena por hacer. Desgraciadamente, el trabajo de muchas compositoras no se conoce lo suficiente y uno de nuestros objetivos es subsanarlo”, incide el presidente de SGAE, Antonio Onetti.

Se refiere a creadoras pioneras, nacidas a mediados o finales del siglo XIX, como Soledad Bengoechea (de la que la principal sociedad de derechos de autor de España conserva libretos de sus zarzuelas Flor de los cielos y El gran día, y varias de sus obras religiosas), Narcisa Freixas (de quien se guardan las zarzuelas Rodamón y Festa completa, y la canción Las campanas del convent), Gloria de la Prada Navarro y Lola Vitoria Tarruella, entre otras. Fue el caso también de María Lejárraga, icono feminista y una de las más destacadas libretistas españolas (suyos fueron los textos de El amor brujo, de Manuel de Falla, o Margot, de Joaquín Turina, por ejemplo, pero su trabajo fue publicado a nombre de su marido, Gregorio Martínez Sierra), además de una de las más cercanas amigas y colaboradoras de María Rodrigo. Juntas compusieron las óperas Salmantina y Canción de amor, numerosas canciones o el espectáculo Linterna mágica, y compartieron activismo en el Lyceum Club o la asociación Cívica, creada por la propia Lejárraga.

“En general, estas mujeres creadoras crecieron en familias acomodadas, que les ofrecieron cierta educación y preparación, y con cierta inclinación por la cultura y la música. El padre de María Rodrigo, por ejemplo, era músico y, de hecho, comenzó sus estudios con él. Eso le facilitó mucho las cosas. En cualquier caso, todas ellas tuvieron que soportar en la prensa y en la sociedad numerosos comentarios paternalistas y condescendientes, y que constantemente se minusvalorara su trabajo como compositoras”, relata la directora del Cedoa.

 

La complicada vida de María Rodrigo Bellido

Nacida en Madrid en 1888, María Rodrigo Bellido estudió piano, armonía y composición en el Conservatorio de Madrid. Con una beca de la Junta de Ampliación de Estudios recala en la Real Academia de Múnich (Alemania), donde estudia con Richard Strauss, comparte aula con Wilhelm Furtwängler o Carl Orff y se empapa de la música más vanguardista del momento. A su regreso a España, trabaja como pianista en el Teatro Real y despliega una fértil actividad como compositora que abarcó todo tipo de géneros: ópera, zarzuela, canción, música de cámara.

En 1915 estrena Becqueriana, en el Teatro de la Zarzuela, y Diana cazadora o pena de muerte al amor, en el Apolo. Les seguirían muchos otros títulos en los que cuenta con la colaboración de los más destacados escritores de la época (Pedro Muñoz Seca, María Lejárraga o los Álvarez Quintero), y que le valen numerosos reconocimientos, como el Premio del Círculo de Bellas Artes de 1912, por Obertura para orquesta, o el de la Exposición de Bellas Artes de 1913, por Cuarteto para instrumentos de arco.

Adscrita a la generación de los Maestros, que ayudó a definir la estética musical española del siglo XX, sus partituras compartieron programa con las de Granados, Turina, Falla o Albéniz. A la vez, su labor como compositora la compaginó con conciertos como pianista o la docencia, llegando a catedrática del Conservatorio de Madrid.

Tras la Guerra Civil española, María Rodrigo emprende el camino del exilio. Pasa por Suiza y se instala después en Colombia, donde, durante casi una década, imparte clases en diversos centros y sigue escribiendo nuevas obras, varias de ellas para ballet. A propósito de la creciente tensión política en el país y del denominado Bogotazo de 1948, ese año la autora madrileña se traslada a Puerto Rico. Allí entra en contacto con otros exiliados, como Juan Ramón Jiménez, Zenobia Camprubí, Pau Casals o María Zambrano, y dedica sus últimos años principalmente a la docencia y la dirección de varios coros. Fallece en diciembre de 1967, pero nadie se hace eco de la noticia en España.

 

El Cedoa promueve el patrimonio musical español

El Centro de Documentación y Archivo (Cedoa) de SGAE trabaja en la catalogación y digitalización de las partituras originales que atesora desde su creación en 1899. A la obra del maestro Ruperto Chapí, que inauguró sus fondos, se han ido sumando miles de partituras y libretos, hasta convertirse en el archivo de música civil más importante de España y una de las más completas bibliotecas teatrales del país. En la actualidad cuenta con más de 10.000 títulos de teatro lírico (zarzuela, ópera, revista…), más de 45.000 libretos de teatro musical y hablado, más de 44.000 partituras de música sinfónica y de cámara, y más de 40.000 obras de música popular, entre otros fondos.

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