El consumo medio de música en el mundo se ha situado en 20,1 horas semanales en 2022, más de un 9 % por encima de las 18,4 horas que se registraron en 2021, según un informe publicado hoy por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI). La organización, que agrupa a las principales discográficas mundiales, publicó los resultados de un estudio en el que han participado 44.000 personas en más de 20 países. El informe constata que la música es necesaria para la salud mental de las personas: siete de cada diez así lo reconoce.
Más de tres cuartas partes de los participantes en el estudio consumen contenidos musicales en más de un formato y la mayoría de ellos cita más de seis vías por las que escuchan música, desde los servicios de “streaming” de audio y vídeo, hasta la radio tradicional, la televisión, el cine y los videojuegos. La música, tal y como confirma la industria musical, es un componente “integral para el bienestar físico y mental” de las personas. El 69 % de los encuestados asegura que es importante para su salud mental y el mismo porcentaje destaca su utilidad para acompañarles mientras hacen ejercicio.
Asimismo, el 46 % aseguran que están suscritas a servicios de pago para escuchar música en “streaming” que ofrecen servicio bajo demanda a millones de temas. La industria musical confirma además que las aplicaciones de “vídeos cortos” juegan también un papel fundamental en el consumo de entretenimiento: el 63 % de los encuestados aseguran utilizar ese tipo de aplicaciones.
La variedad de la oferta permite que los participantes en el estudio hayan citado más de 500 géneros musicales predilectos, más allá de los más populares, como el hip-hop, el rock y el pop. La “música sertaneja, la samba, el disco-polo y el dangdut contribuyen a la rica mezcla de músicas locales y globales disponibles”, señala la IFPI. El informe refleja “un fascinante escenario sobre cómo los aficionados en todo el mundo escuchan e interactúan con la música hoy en día”, subrayó la consejera delegada de la Federación, Frances Moore. Además, Moore subrayó que “continúan trsbajando para asegurar que aquellos que tratan de aprovecharse de la música sin licencia y sin autorización no pueden amenazar la viveza del ecosistema musical”.