La Sala Berlanga de Madrid acoge una jornada de debate sobre el Estatuto del Artista
Los portavoces de cultura de los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados han escuchado de primera mano las demandas del colectivo
Dos años después de la aprobación del Estatuto del Artista (el Real Decreto de su puesta en marcha se validó en el último Consejo de Ministros de diciembre de 2018), los profesionales del sector denuncian que aún hay un largo camino por recorrer para que los trabajadores de la cultura vean reconocidos sus derechos laborales.
Veinticuatro meses después de que se pusiera esa “primera piedra”, las organizaciones profesionales del sector cultural reivindican que se aceleren las modificaciones administrativas necesarias para que los autores y artistas puedan vivir de su trabajo dignamente.
El Estatuto del Artista es una vieja reivindicación del colectivo autoral para paliar la precariedad laboral que caracteriza al sector cultural; compuesto mayoritariamente por autónomos. Es un documento marco con 75 propuestas que busca responder a las necesidades específicas de sus trabajadores introduciendo mejoras en la fiscalidad, protección laboral, y Seguridad Social, como la compatibilidad de la jubilación con el cobro de derechos de autor.
La sesión ha contado -entre otros- con la asistencia del presidente de la SGAE, Antonio Onetti, el presidente de la Fundación SGAE, Juan José Solana, y los portavoces de Cultura de los principales grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados (Marc Lamuá, María Soledad Cruz-Guzmán, José Ramírez del Río y Guillermo Díaz Gómez); así como representantes de la Plataforma en Defensa de la Cultura, la Confederación de Artistas del Espectáculo (ConArte) y la Asociación de Profesionales de la Danza de la Comunidad de Madrid (APDCM).
Idiosincrasia de una profesión
El presidente de la SGAE, Antonio Onetti, ha reivindicado que los autónomos de la cultura coticen acorde con sus ingresos reales y que las administraciones tengan en cuenta las particularidades de la profesión a la hora de acceder al subsidio de desempleo (cotizar 365 días dado de alta es prácticamente inalcanzable para este colectivo).
En líneas generales, los asistentes a la jornada han coincidido en reivindicar el peso económico de un sector que aporta el 3% del PIB en nuestro país. Los ponentes han recordado que: sin cultura, las sociedades son más frágiles; al tiempo que han reclamado que se destinen un 3% de las ayudas del fondo de recuperación económica europeo para paliar los devastadores efectos de la COVID-19 (lo que se materializaría en 200 millones de euros frente a los 80 millones previstos por el momento).
El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, se ha manifestado recientemente en este sentido. “El Estatuto del Artista será un hito de legislatura: será la solución definitiva al problema endémico del sector por la intermitencia de su actividad”, ha señalado el titular de la cartera en una entrevista en TVE.
La jornada responde al esfuerzo de las asociaciones autorales y de las entidades de gestión. Ha sido organizada por la Confederación Intersectorial de Autónomos (CIAE) -en colaboración con la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y su Fundación, entre otras- con el objetivo de explicar este contexto legislativo laboral-fiscal en el nuevo escenario COVID-19.
El encuentro se ha celebrado en la Sala Berlanga de Madrid con un aforo reducido por el distanciamiento social que impone la COVID-19 pero seguido en remoto por más de 350 participantes. Como prolegómeno, diferentes ciudades de España han acogido una jornada similar durante los pasados meses de noviembre y diciembre. Unos encuentros previos que han permitido recoger de primera mano las inquietudes laborales de los profesionales de la cultura de nuestro país.
A largo plazo, el objetivo del Estatuto del Artista ha de ser definir la hoja de ruta que permita la profesionalización de un sector para que se pueda vivir de la cultura; y no sólo sobrevivir.